Nuestra casa...

Le miraba muy rojo, mientras tenia las manos aferradas a la falda del vestido, realmente aquella situacion era bochornosa, pero como habia intuido, su amo sonrio de oreja a oreja, hasta le había parecido distinguir un pequeño sonrojo. Acabó por contagiarse él y le respondio con una sonrisa avergonzada.

-Gracias, nii-san... -contestó para luego ir donde el mayor, sentandose a su lado y subiendo un poco las piernas al sofa con cuidado,para que no se le viera nada.

Rolo estaba como hipnotizado viendo animalitos por todas partes, el documental era lo mas aburrido y comun, pero a él le valia ver como cazaban los leones o como peleaban los cocodrilos. Aunque su tranquilidad se fue al traste al poco de comenzar a sentir la mirada del pelinegro sobre él. A veces le miraba de soslayo pero en esas ocasiones siempre lo encontraba mirando la tele. Desvio la mirada, sonrojado y nervioso, suerte que al fin llego la comida y lo salvo de aquella extraña y tensa situacion. Suspiró y miro como Lelouch trataba con la chica, la cual era muy rara, por cierto.

-¿Eso son las pizzas? -`regunto curioso una vez la chica se fue, mirando las cajas que traia su amo en las manos.

Miro las pisas con curiosidad, mientras que Lelouch iba por los cubiertos y demás. Hizo el ademán de levantarse para ayudarlo, pero cuando se quiso dar cuenta el moreno ya estaba de vuelta con todo lo necesario, ya que eran muy pocas cosas las que debia traer. Imito a su amo y comenzo a comerse un trozo de pizza, bajando las piernas del sofa, sentandose en condiciones con sus rodillas muy juntas. No se acostumbraba aun en llevar aquello, era muy comodo, como le habia dicho lelouch, pero aun lo sentia raro. Nada mas probar la pizza abrio los ojos sorprendido, aquello estaba realmente bueno. La comio con ganas, sonriente, mientras Lelouch cogia el mando.

-hum... me da igual, donde quieras estara bien nii-san -contesto en seguida, tras acabar su pedazo, pues no sabia que canales tenia el mayor o cual era la programacion.

Se extraño de que el mayor apagara la luces, pero al ver lo que había puesto en la tele lo comprendió. ¿Por qué las peliculas de terror no se pueden ver con luz? Alguien debio haber escrito esa norma alguna vez para que todo el mundo la siguiera al pie de la letra.

-No lo soy... -dijo el vampiro haciendo un agraciado mohín, cayendo en la provocacion del moreno.

Sin embargo la musiquita del principio ya era horrible y espeluznante de por sí, y le hacia sentir un nudo en la garganta. Cogio un nuevo trozo de pizza y se acomodó en el sofa, abrazandose ligeramente las piernas mientras no despegaba los ojos de la pantalla, comiendo distraidamente.

Ya había terminado de comer y estaba tan absorto que ni cuenta se dio de la mirada violacea sobre él. Justo acababa de pegar una cojetada en el sitio, cerró los ojos fuertemente para evitar ver una escena especialmente desagradable y los mantuvo un rato así hasta que la atrayente voz de Lelouch le distrajo, haciendole abrir los ojos y mirarle de reojo. Se avergonzo al notar que le estuvo observando todo ese tiempo y él se había mostrado como un autentico gallina.

-H-hai, esta buena.... -comento, tratando de disimular su miedo, aunque en sus expresiones al ver aquella pelicula lo delataban vilmente.

Se sorprendio al oirle reir de esa manera, era la primera vez que lo hacia, si no recordaba mal, y la verdad era que su risa era igual que su voz, envolvente y algo hipnotizante, aunque el hecho de que lo hiciera de él no le gustaba tanto. Resoplo, algo molesto y golpeandose mentalmente por ser tan cobarde. Era un vampiro, chupaba sangre, se suponia que él era el que debia, a lo menos, intimidar, no asustarse de un monton de efectos especiales.

-como quieras, nii-san... -contestó desviando la mirada, aparentemente algo fastidiado, aunque no era con el moreno.

Seguia con la mirada clavada en la pared, como si esta tuviera la respuesta a todos los enigmas del universo. Le daba algo de verguenza mirar al mayor despues de haberse hecho el valiente y haber fracasado de una manera tan penosa en su demostracion. Por eso se dejo guiar hasta quedar muy pegado a Lelouch, sonrojandose al instante. No recordaba cuantas veces se habia sonrojado en lo que iba de noche.
Alzo su mirada y vio su sonrisa y como le guiñaba el ojo así que, tras negar torpemente con la cabeza en respuesta a la pregunta del mayor, fijo su atencion en la tele, sindecir una palabra, con su corazon desbocado y mientras sentia de nuevo ese aroma de la sangre que lo llamaba a gritos. Ya no prestaba atencion ninguna a lo que sucedia en la pelicuta, toda su concentracion la usaba para tratar de apagar esa llamada.

Estaba tan ensimismado que se sorprendio de oir la voz de su amo, de nuevo alzando la mirada para verlo con fijeza durante un rato. Cuando se dio cuenta de que empezaba a abandonarse ante las ganas de morderle, trato de alejarse del cuerpo del mayor disimuladamente, empujandolo con suavidad.

-No es nada...gomen... -le sonrio nervioso

Su nerviosismo crecio, por no mencionar su sonrojo, que se activaba como un resorte al notar el olor se su sangre. Ese aroma le descoloco un poco, y un suspiro se escapo de sus labios mientras, sin quererlo sus ojos se posaron en el cuello de Lelouch.

-Hai... estoy seguro... //

Cuando se vio tan cerca del cuello del mayor no pudo evitar besarlo suavemente, embriagado por el olor de su sangre. No queria morderle por el estado de excitacion en el que le dejaba aquello, era el primer dia, no queria obligarlo a nada.

-Demo yo... -trato de explicarle, aunque de nuevo volvio a atacar su cuello por instinto, esta vez, lamiendolo ligeramente- me... me excita -termino la frase sonrojadisimo, ocultando su rostro en el hombro del moreno.

-Esta bien... solo un poco -musitó, lamiendo esta vez de manera mas pausada el cuello del mayor, preparandolo para la mordida- Allá voy, nii-san... -dijo alzando la mirada, aun preocupado por lo que pudiera pasar.

Fue clavando poco a poco sus colmillos en su piel, con delicadeza, sintiendo ya el sabor de su sangre a medida que avanzaban. Esto le hizo perder un poco los estribos, y acabó por no tener delicadeza, clavandolos de marera un tanto brusca, succionando deseoso y sonrojado. Solto un leve gemidito ahogado.

Casi no noto como le tiraba del pelo, estaba extasiado, aquella era sin duda la sangre mas deliciosa que habia probado y probaria jamás, le hacia estremecerse y soltar leves y ahogados gemiditos al saborearla. Aunque todo cambio al escucharle decir eso, entonces desperto y se dio cuenta de lo que hacía, dejando de morderle, avergonzado de si mismo. Lamio la herida con cuidado, limpiando su cuello de sangre, y luego se separo de el casi al instante.

-G-gomen nii-san, lo siento mucho..... -dijo muy triste y avergonzado de su actitud, mirandolo apenado, muy sonrojado, mientras de sus ensangrentados labios se escapaban algunos jadeos.

Aunque las palabras y caricias de Lelouch eran un gran alivio para él no pudo evitar sentirse mal por lo ocurrido. Nunca habia perdido el control de esa manera y no podia soportar pensar en la imagen que había dado, pero es que realmente la sangre del mayor le había encantado y habia estado deseandola desde que se conocieron practicamente.Lo peor de todo era que, aun así, él se habia excitado un poco. Por eso cuando Lelouch le beso, aunque fuera un beso fugaz y superficial, se quedo sorprendido y algo extrañado. Bajo la mirada, incapaz de mirarlo directamente, aunque trato de disimularlo.

-Hai... -dijo el niño levantandose para seguirlo, ni cuenta se dio de que programa estaban echando.