Llegando con Rima

Spoiler:

Abrí la puerta de casa con las llaves y todavía llevaba a Rima de la mano. Mi casa estaba totalmente ordenada para la ocasión. Dejé mi cazadora en la percha y invité a Rima entrar.
-Ven, pequeña -dije mirándole- Te enseñaré la casa.
Me quedé mirando a Rima a la espera de que viniera hasta mí.

Aferré su mano sin demasiada fuerza y fui a la derecha a enseñarle un pequeño patio, luego un cuarto de invitados con dos camas individuales. Luego le enseñé la cocina y un cuarto con dos camas individuales de nuevo y luego el cuarto matrimonial de invitados. Salí al patio y le enseñé la pequeña reunión y una fuente.
-Allí, haremos una piscina -dije señalando un punto vacío y sonriendo-.
Luego volví a la casa para enseñarle nuestro cuarto matrimonial y nuestro cuarto con dos camas individuales.
-Si no quieres dormir conmigo, dímelo -dije con tono de preocupación- Yo dormiré en este individual y tu en la matrimonial, ¿si?

Me alegré al oir que quería dormir conmigo y luego me preguntó algo que yo ya habia previsto.
-Espera aquí -dije marchándome del cuarto dirigiéndome hacia un ropero del que saqué una bolsa de peluches- Elige el que más te guste -dije sonriéndole y mostrándole todos los peluches que tenía-.

Veo como coge el conejito grisáceo mientras le sonrio.
-En realidad no -dije con tono de preocupación- Eran para ti -esta vez sonreí-.
Luego me acordé para lo que habíamos venido a casa y me fijé en sus ropas del pet shop sucias y rotas. La cogí de la mano que le quedaba libre ya que tenía en la otra el peluche y la llevé al vestidor que estaba por una de las habitaciones.
-Mira, aquí hay mucha ropa, elige la que más te guste -dije sonriendo, ya que había preparado un vestidor solo para ella-.

Vi como se había cambiado y estaba preciosa, tenía un buen gusto para la ropa.
-Estas ... preciosa ... -dije fascinado viendole de arriba a abajo-.
Luego aferré su mano para llevarla a la cocina y sentarle en una silla que parecía cómoda.
-¿Qué quieres comer? -pregunté con entusiasmo-.

[Da igual!]
Saca de la nevera comida pre-cocinada y la calienta en el microondas. Cuando ya esta lista la sirve en un plato y se lo pone a Rima delante.
-Se que no es gran cosa -sonrie con una mano en la cabeza- pero esque no tenía otra cosa.
Luego se sienta al lado de Rima.

Lo hice todo a la perfección para que Rima estuviera orgullosa de su amo, o por lo menos esa era mi intención. Vi como Rima comia sonriendole, esperando que le gustara. De mientras, miré por la ventana y observé el paisaje un rato. Luego miré de nuevo al plato de Rima.

Miré a Rima como se volvía hacia mí y no quería comer más. Me levanté para recoger el plato de Rima y luego lo dejé en la cocina, fui de nuevo al comedor.
-Bueno, ¿vamos a dar un paseo a la calle y de camino nos compramos un helado? -pregunté sonriente hacia Rima que me estaba esperando en el comedor todavía-.