Nuevo hogar

Entró en la casa de forma curiosa. Era la primera vez que pisaba aquel lugar. Buscó el dormitorio principal y, una vez lo encontró, dejó sus maletas en él.
Empezó a curiosear la casa. El pasillo de la entrada era muy largo. La primera puerta a la izquierda daba a la cocina, la cual era muy grande y muy luminosa. Salió de la cocina y siguió pasillo adelante. Vio que tenía 2 dormitorios en la planta baja, muy bien amueblados, con un cuarto de baño muy amplio en la habitación principal.
El final del pasillo daba paso a un salón enorme, con muchos muebles y un gran televisor. Una de las puertas del salón daba a otro cuarto de baño. Había una puerta corredera de cristal que daba a un balcón con muy buenas vistas.
Vio que en el salón había otra puerta que daba a la segunda planta de la casa. Al subir, vio que la casa tenía otras dos habitaciones, también muy bien amuebladas. En la segunda planta había otro cuarto de baño, además de otra habitación sin amueblar, la cual decidió utilizar para guardar lo que no quisiera.
Bajó a la primera planta y se dirigió a la habitación para guardar sus ropas.
Tras hacerlo, se tumbó en la cama y se quedó dormido.

Permaneció callada todo el viaje en el que la mantuvieron con los ojos vendados. Le decían que la llevaban con su nuevo amo. Sería igual que el anterior? Esperaba que no.

Suspiró posando la cabeza en el vidrio de la ventanilla.

Tras un par de horas, se detuvieron y la hicieron bajar del auto, la guiaron hacia la puerta donde la dejaron de pie mientras tocaban el timbre. Posteriormente el sujeto que la había dejado se marchó, dejándola a la espera de su nuevo amo.

El sonido del timbre lo despertó y se levantó de la cama. Frotó sus ojos suavemente a causa de estar un poco dormido todavía.
Fue al baño y se lavó la cara para pensar con mayor claridad.
-(Debe de ser ella...)-Pensó mientras se dirigía a abrir la puerta.

Al abrir observó que se encontraba frente a una chica pelirroja, casi tan alta como él. Cogió a la chica de la mano y le hizo pasar al interior de la casa. Una vez dentro se acercó a ella, sintiendo su respiración mientras la miraba, todavía sin soltar su mano.
-Así que tu eres mi nueva mascota...-Dijo acariciando la cara de la chica con la mano que le quedaba libre.

Permaneció inmovil, frunciendo el ceño al sentir una leve brisa cuando la puerta se abrió, seguida de una fantástica fragancia que supuso como la colonia de su nuevo amo.

Continuó quieta, acabando por seguirlo cuando le tomó la mano y la guió hacia la casa, sobresaltándose levemene(pero sin demostrarlo) cuando él habló y le acarició el rostro. Era un roce cálido y gentil... tanto que creyó que lloraría (pero por supuesto que no lo mostraría)

-Uhm... Hai...- Dijo por lo bajo, para no cortar con el ambiente agradable.

Notó como un escalofrío recorría su cuerpo al oír la voz de la chica y sintió como se relajaba al oír ese dulce tono de voz. Soltó la mano de la chica cuidadosamente y comenzó a desatar la venda que tapaba sus ojos, para poder verlos. Se quedó mirando fijamente a la chica.
-Tienes unos ojos realmente bonitos...-Dijo tras quitarle la venda.

Lo contempló callada. Pasó saliva y sonrió levemente ante el cumplido.

-Gracias... amo.- Dijo para luego aproximarse un poco y acercar el rostro a su cuello para percibir su colonia. Sintió su pecho hincharse y sonrió levemente. -Amo, huele muy bien.- Susurró.

Sonrió ante el gesto de la chica.
-Tu también hueles muy bien, Shia.

Se aproximó a la chica y la abrazó, refugiándose en su cuello para percibir su aroma con mayor intensidad.
-Shia, ¿quieres que vayamos a algún lugar para dar un paseo o prefieres ir a descansar?

- Como usted lo desee amo. -Dijo con calma mientras se disponía a jugar con el cabello rubio. Sonrió con calma y apartó un poco el rostro para verlo a la cara.

Miró a la chica a los ojos.
-Shia, quiero que decidas tu que hacer, al menos por esta vez. No quiero que la primera vez que hagamos algo juntos te sientas a disgusto porque no es lo que quieres hacer.-Dijo el chico sonriéndole-.Ven, quiero enseñarte la casa mientras piensas qué es lo que quieres que hagamos.

Cogió a la chica de la mano y comenzó a enseñarle la casa. Una vez terminó, miró a la chica y le dijo sonriendo:
-Espero que te haya gustado. Y bien, ¿has pensado en lo que quieres hacer?

Contempló a su amo pensativa, para luego bajar la mirada llevándose una mano al menton. Cerró los ojos unos segundos y luego lo volvió a observar.

- Quiero besarlo -Decidió viéndolo decidida, para luego sujetarlo del cuello de la camisa y tirar con suavidad hacia ella para besarlo apasionadamente.

Correspondió al beso de la chica, abrazándola por la cintura, deslizando su mano hasta su trasero acariciándolo posesivamente. Cogió a la chica en brazos.
-Deseo concedido...-Dijo sonriendo a medio labio para continuar besando a la chica-.Ahora dime, ¿a qué lugar prefieres ir?

Empezó a besar el cuello de la chica dulcemente, sosteniéndola aún en brazos. Le encantaba su aroma.

- No lo se, cualquier lugar? -Preguntó cerrando los ojos mientras disfrutaba de sus besos.- No lo se... -Repitió.- Quiero que mi amo decida. -Agregó.

Soltó a la chica en el suelo y la puso contra la pared. Entrelazó sus manos con las de ella y comenzó a besar su boca, deslizándose lentamente hasta llegar al cuello.
Soltó una de sus manos y comenzó a acariciar una de las piernas de la chica lentamente. Puso su rostro a la altura del de ella y le dijo:
-Yo se lo que quiero, lo se desde que te vi por primera vez...Pero no se si tu quieras lo mismo y yo no quiero obligarte a nada, así que si quieres que pare solo tienes que decírmelo.

Se quedó mirando a la chica fijamente, pero con una mirada tierna, esperando su respuesta.

Lo miró callada sintiendo sus caricias, para luego abrazarlo por el cuello y correr la cabeza para sentir los besos en su cuello.

- Yo quiero quedarme así... quiero que continue. -Dijo cerrando los ojos. Suspiró y le besó el rostro, para luego pasar las manos por debajo de su camisa, acariciando sus hombros.

Miró con atención a la chica mientras hablaba y tras acabar la besó de forma tierna. Volvió a cogerla en brazos haciendo que rodeara su cintura con sus piernas, arrinconándola todavía contra la pared.
Acarició las piernas de la chica metiendo sus manos por debajo de su vestido, mientras besaba su boca y su cuello.
Abrazó a la chica por la cintura para sentirla cercana a él. Empezó a caminar hacia la habitación sin dejar de besarla y una vez dentro, tumbó cuidadosamente a la chica en la cama, tumbándose él encima suya.
Le quitó sus botas y empezó a besar sus piernas hasta llegar a la altura de su rostro.
-Quiero que seas solo mía...-Le dijo mirándola dulcemente, besando su boca y acariciando su cuerpo.

Lo abrazó por el cuello mientras disfrutaba tanto de sus besos como de sus caricias. Era algo fantástico. Sentía su pecho hincharse de la dicha que percibia al sentirse querida por su amo.

- Yo ya le pertenezco. -Dijo en un tono bajo y suave. Lo contempló mientras le acariciaba el rostro. Sonrió levemente y se giró, consiguiendo que se invirtieran, quedando ella sobre él.

Se soltó el cabello con calma y se acomodó sobre su amo para besarle los labios y bajar a su cuello, mientras que sus manos recorrían su pecho por sobre la camisa. Comenzó a dejar pequeñas marcas de sus besos sobre la piel clara, mientras desprendía los botones de la prenda que llevaba su amo, para abrirse paso y dejar besos en todo su torso.

Notó como una sensación de placer lo embargaba por completo al sentir los besos de la chica. El aroma de ella lo llenó por completo cuando se soltó el cabello, lo cual hizo que una sensación de tranquilidad lo llenara por completo durante ese momento. Seguía acariciando la piel de la chica mientras esta le desabrochaba su camisa y lo besaba, lo que le hacía respirar cada vez más rápido a causa de la exitación que sentía.
Puso el rostro de la chica a la altura del suyo y besó sus labios apasionadamente mientras deslizaba sus manos por su espalda y comenzó a desabrochar el corsé de la chica.
-Te quiero Shia...-Dijo entre besos y suspiros.

-Y yo a usted lo amo… amo…- Susurró como respuesta mientras posaba su frente sobre la de él. Sonrió observándolo fijamente, para luego besarlo mientras lo ayudaba con los broches del corsé. –Quiero que me acaricie amo…- Agregó por lo bajo ocultando el rostro en su cuello. Suspiró sintiendo el roce de sus dedos cuando pasaba las manos buscando los broches, luego se acomodó dirigiendo las manos hacia el pantalón del rubio, desabrochándolo con lentitud, para luego acariciar su cintura alrededor del elástico de la ropa interior. Tenía una piel deliciosamente suave. Tanto, que quería sentir más y más.

Desabrochó por completo el corsé de la chica, quitándoselo. Comenzó a acariciar su piel, empezando desde sus piernas, acariciando cada parte de su cuerpo delicadamente.
Besó los labios de la chica, le encantaba el sabor de sus labios.
Se dio la vuelta, haciendo que fuese ahora la chica la que quedase debajo. Entrelazó sus manos con las de la chica, impidiéndole cualquier movimiento. Comenzó a besar su rostro, pasando a sus labios y a su cuello, besándolo dulcemente y dejando pequeñas marcas en él. Volvió a besar su boca, pasando a besar cada centímetro de piel de los brazos de la chica.
Soltó sus manos y acarició sus piernas, metiendo sus manos por debajo de su vestido y masajeando suavemente la entrepierna de la chica, mientras besaba su boca.

Cerró los ojos disfrutando de las caricias y los besos, acabando por soltar un gemido sobre los labios de su amo al sentir la mano que estaba en su entrepierna. Suspiró y lo contempló fija e intensamente, mientras acariciaba su nuca con suavidad.

Le gustaba ver que la chica disfrutaba de aquel momento. La miró fija pero dulcemente, para cerrar sus ojos y continuar besando su boca y su cuello.
Se quitó la camisa, la cual tenía desabrochada. Siguió masajeando la entrepierna de la chica mientras besaba cada parte de su cuerpo.
Con la mano que tenía libre comenzó a acariciar los pechos de la chica, pasando a acariciar su vientre y así todo su cuerpo, sintiendo sus curvas, lo que le hacía excitarse cada vez más.

- Ah...Amo... -Tartamudeó mientras sacudía levemente la cabeza, para luego suspirar dejando escapar otro gemido. Pasó las manos por su pecho, bajando hasta su pantalón, escondiendo la mano dentro de su ropa interior comenzando a acariciar su miembro con la punta de los dedos, comenzando luego de unos segundos a apretarlo con suavidad, frotándolo.

Gimió leve a causa del placer que le provocaban las caricias de la chica. Con la mano que le quedaba libre, abrazó posesivamente a la chica por la cintura mientras besaba su boca pasando a morder suavemente su cuello.
Comenzó a quitarle el vestido lentamente, besando su torso que poco a poco quedaba semidesnudo, acariciando sus pechos y besando su vientre mientras la acariciaba suave pero sensualmente.
Le dejó el vestido puesto a la altura de la cintura para pasar de besar su vientre a sus pechos y de estos a su boca.
Dejó de masajear la entrepierna de la chica y se giró, haciendo que fuese ella la que quedara encima de él. Quería que ahora dominase ella la situación.

Lo observó fijamente mientras el cabello caía pesadamente sobre sus hombros y el rostro. Sonrió y lo besó con suavidad mientras apretaba su cuerpo contra el de él haciendo que sus pechos hicieran fricción con el torso desnudo de su amo. Suspiró sobre sus labios y besó su cuello mientras sus manos bajaban hacia el pantalón de su dueño retirándolo con suavidad. Posteriormente se dedicó a tocar su entrepierna por sobre la ropa interior. Luego prosiguió a retirar la prenda, mientras besaba el pecho del rubio bajando lentamente hacia su estomago, el cual mordía y lamía suavemente, al tiempo que sus manos jugaban con su miembro.

Empezó a gemir y a suspirar por todo el placer que le causaban las caricias de la chica. Hizo que la chica subiese a la altura de su rostro y empezó a besar su boca jugando sensualmente con su lengua. Empezó a acariciar su espalda suavemente, mientras terminaba de quitarle completamente el vestido.
Los gemidos y suspiros del rubio eran cada vez más constantes y fuertes, ya que las caricias de la chica lo excitaban cada vez más.
La abrazó fuertemente pero de forma delicada contra su pecho para sentir su cuerpo semidesnudo rozar contra el suyo mientras seguía disfrutando de las caricias de la pelirroja.