Recoger mascota

Posó sus ojos en la entrada principal, sitio donde también sus pulmones procesaron un amplio suspiro. Toda la semana había pensado en cómo reaccionaría ante ese preciso día, día donde se había comprometido tremendamente con una criatura que no conocía, no sabía cómo era y que requería de un trato que ella no deseaba darle.

Su mano, queriendo temblar, retroceder e incluso huir, tomó con gran determinación la perilla de la puerta y la abrió, permitiéndole introducirse a la tienda que le facilitaría aquel ayudante que tanto necesita y busca. El interior era muy cómodo y sencillo, no veía ser vivo alguno más que el asistente del otro lado del mostrador, varias imágenes de diversas mascotas, algunas con sus amos, adornaban las paredes, todos sonreían, en su interior se pregunto por qué sonreían exactamente.

-Buenos días—saludó cordial, caminando y colocándose frente al mostrador—. Pedí una mascota hace unos días… me dijeron que sólo tenía que recogerla en este lugar—introdujo una de sus manos a una de las bolsas de la chaqueta que portaba en esos momentos y consiguió sacar un papel finamente doblado—. Su nombre es… Blexer, al menos eso decía en el catálogo—estas últimas palabras fueron acompañadas por un ademán que entregaba el papel al mostrador, en espera de ser atendida.

Uh... Blexer... Un segundo, verifico su compra de inmediato señorita...

Sonrio hacia la joven frente de si, Pronto pudo y con algo de nervios, siendo este su primer dia de trabajo.

Busco entre los archivos de la computadora, observando la foto de cada Mascota, algunas que decian vendidas, y otras no, seguia urgando entre aquellos archivos mirando de vez en vez a la joven frente de si.

Blexer, Raza Okami...

Señorita Karen Blixen?

Su mascota es el prototipo numero 51...

Espero a que la joven confirmara aquellos datos mirandole fijamente.

-Prototipo 51… si, es ese—sus ojos desearon adoptar una posición deprimente, capricho que no se les fue concedido por su portador, no era momento para mostrar debilidades, tendría que aclarar muchas de las cuestiones que había dejado pasar por alto gracias a su impaciencia.

Tomó una gran bocanada de aire y dedico una sonrisa a la encargada que parecía un tanto nerviosa, no iba a preguntar el porqué y tampoco le iba a complicar su trabajo. O al menos eso intentaría.

-Ehm… ¿Sabe? Es la primera vez que hago esto y estoy un poco confundida acerca de cómo es todo esto… espero y pueda instruirme un poco—no le gustaba admitir que no tenía conocimiento acerca de algún tema, procuraba abarcar tantas áreas como le fuera posible, pero en esta ocasión el requerimiento indispensable para la supervivencia de las mascotas rondaba por su mente y la volvía un completo caos.

Bien, verá usted... dentro de un determinado tiempo de diez dias, si usted no tiene relaciones con su mascota, esta morira, es decir... que esa muestra de afecto llenara el corazon de su hermosa mascota... si no recibe el cariño y cuidado necesario puede corer riesgo su vida, debe ser bien cuidadosa... tener una amscota como estas son una gran responsabilidad... aunque se le ve a usted una buena persona sabra como cuidar a nuestro blexer

Le sonrio amigablemente, de manera aplia. se apoyo contra el mostrador. tomo los archivos escritos de Blexer y los acerco a la chica.

Su mascota es esta, es muy guapo... no pasara tanto tiempo para que a usted le termine gustando y kizas termine enamorandose... Los prototipos como el son fieles a sus amos, aunque bien posesivos... debo recordarle tambien que estas mascotas se alimentan al igual que los humanos comun y corrientes... pero tambien se alimentan de amor... cariño y respeto... las mascotas como estas no deben ser comrpadas como medio de ayuda para el trabajo, o simplemente para tener otro tipo de experiencia... seria cruel... las mascotas son necesarias para llenar el vacio de cada persona para eso estan hechas... no para propositos egoistas...


La miro fijamente un tanto mas seria, suspirando, apoyo su menton en su mano, observando luego la imagen del pet.

Han llegado varias personas con intenciones de solo usarlas como juguetes sexuales, pero los pets si tienen sentimientos... aman... adoran y siguen en lo que sea a sus amos... los admiran...
tampoco las amscotas se hicieron apra ser abandonadas, han habido varios casos en los cuales... las mascotas son dejadas de lado ya que solo son usadas como amantes... un engaño a las parejas reales, y luego han sido abandonadas... sin embargo no podemos hacer nada... nosotros solo comercializamos a las mascotas nada mas... no somos sus defenzoras... o algo por el estilo.

-Eso es… muy triste…

Comenzó a tener vagos recuerdos de su año de internado en el hospital de la capital, no eran pocos los casos en los que las relaciones familiares eran malas, veía a parejas desunidas asistir juntas por mera obligación, al padre llevar a su hija al médico con prisa porque “tenia cosas más importantes en las cuales perder el tiempo”. Su mirada se tornó ligeramente triste, pensando en cómo había iniciado lo de Blexer.

-Esto es como casarse… ¿verdad?—su vista rodó hasta la imagen de la mascota que había apartado, un sentimiento de decisión se asomaba lentamente sobre su ser. Las meditaciones tan profundas en las que se había sumido días anteriores empezaban a cobrar un poco de sentido gracias a las palabras de esa chica.

Algo parecido... sera muy lindo n/n ademas si pongo la imagen a su lado

La coloca junto a la chica, mirando fijamente a ambos alternadamente.

Hacen linda pareja n/n!! ... y usted sabra cuidarlo muy bien...

Le sonrio ampliamente, dejando el formulario sobre la mesa, mirando a la chica fijamente.

No se arrepentira de la desicion que tome... desde la oficina del jefe y desde la sala de cuidados se nota que blexer es un buen chico n/n... sera usted muy afortunada de tenerlo tanto como el...


cuando este lista en recibirlo, me avisa y mando a buscarlo con vendas en los ojos y todo... usted solo aviseme

Sonrió apenada virando su faz hacia otra dirección, se sentía como una niña a la que le inventan algún novio y la avergüenzan con tal. Notó un ligero rubor en sus mejillas y de inmediato intento controlarse con la intención de borrarlo de su rostro, no necesitaba más señales de esa clase.

-Me gustaría poder verlo y hablar con él ahora mismo, espero y no sea mucha molestia.

El momento de la verdad se acercaba, intentaba poner su mente totalmente en blanco para no salir huyendo y le estaba funcionando, es como aquella ocasión en la que el cirujano le permitió realizar toda la cirugía por su cuenta… emocionante, intenso, interesante… pero al mismo tiempo muy peligroso.

Claro!! haremos lo todo lo posible por entregarselo de inmediato...

Ire a solicitarlo n/n usted espere aqui...


Le sonrio ampliamente, ver a la chica desean do verle era un buen indicio de que seria mejor ama que cualkier otro que haya pisado la pet shop... o quizas asi lo veia miwako.


(le enviare un pm para que venga ^^ y lamento la tardanza!)

Su corazón latía rápidamente, parecía que la velocidad de cada latido aceleraba con cada paso que mi futuro compañero daba, por supuesto, a ciegas, sus ojos cubiertos por una venda que daba la impresión de que lo habían herido o recién tuvo una cirugía en los ojos, cosa que no era. No sabía si sentía nerviosismo, emoción, impaciencia, es decir, su presencia daba mucho que decir, era guapo, mucho más atractivo que cualquier fotografía fuese capaz de expresar, pero en su mente no cabía aun la idea de…

-Bien… he aquí los dos—la voz de la chica la sacó abruptamente de sus pensamientos, una parte de ella lo agradeció y se concentró en las palabras que habría de pronunciar a continuación, si algo había aprendido era que debía procurar que el silencio no fuera mejor. Veía como sentaba al lobo en una silla cercana y se retiraba silenciosamente.

Se aproximó a la figura masculina frente a ella cual ritual, sintió una emoción y excitación indescriptibles provenir de él, ya era un adulto, no como todos los jóvenes que había visto en las fotografías de la recepción, tal y como lo había esperado, nadie lo había adoptado, era algo de lo que tenían que hablar antes que nada. Cuando estuvo frente a él, levantó una de sus manos hasta llegar a la altura de la cabeza del chico notando rápidamente la diferencia de estatura entre ambos y, ocultando a la perfección la timidez que sentía en esos momentos, le acarició una de sus blancas orejas, pasando la misma mano a lo largo de sus cabellos castaños que resultaron, para sorpresa de ella, sumamente sedosos y suaves.

-Hola… Blexer—era demasiado manso, eso estaba denotando, y por lo mismo la estaba derritiendo por dentro—. Tú no me conoces, pero yo ya te he visto en un par de ocasiones por fotografías, claro…—recordó la imagen que vio en la galería de cuando aquella mascota era mucho más joven, la inocencia y profundidad que aquellos ojos azules mostraban había cautivado en su totalidad a su corazón, se preguntaba si aquellos ojos seguirían igual de ingenuos ante el mundo— Mi nombre es Karen Blixen, soy médico general, y he venido a por ti, claro, no es como si tuvieras ningún problema de salud o algo por el estilo, vine para adoptarte—vio como ambas orejas se tornaban puntiagudas en dirección vertical, atentas, aparentemente no podría estar quieto por mucho tiempo—. Pero antes quiero dejar claros algunos términos, me gustaría que estuvieras al tanto de todos ellos y, tras escucharlos, ya me dirás tu si estás dispuesto a aceptarlos y ser mi mascota o si los rechazas, cualquiera que sea tu respuesta yo estoy en total acuerdo contigo—sintió un aire de decepción por parte de la criatura, no era para menos.

Dejó en paz las suaves hebras para adoptar una posición un tanto más seria, todo sin quitarle la vista, aquella criatura dirigió su faz en dirección a ella como si pudiese verla a pesar de la gruesa cinta que cubría sus ojos, hasta aquel momento había sido paciente con ella, pero ¿por cuánto tiempo continuaría siéndolo? Era una pregunta interesante. La doctora tomó una gran bocanada de aire antes de continuar, el corazón le latía mucho más rápido y el lobo fácilmente podría deducirlo, sus oídos deberían de ser estupendos.

-Tengo que confesarte muchas cosas, Blexer…—no podía mirarlo, viro su cabeza hacia otro lugar donde no estuviera el— cuando pedí una mascota, yo no había leído completamente los requerimientos de la misma… yo… no sabía de su necesidad de sexo…—un ligero rubor se apoderó de sus mejillas, no era nueva en el tema, su trabajo lo requería, pero aquello tocaba un punto personal y era lo que la hacía sonrojar— Yo sólo buscaba a un ayudante… necesito a alguien que me ayude con el consultorio particular que deseo establecer, no puedo hacerlo sola, tampoco tengo capital como para contratar a alguien, no tengo conocidos ni familiares cerca, por eso pensé en… bueno, creo que todo se explica por sí mismo—tomó una segunda bocanada de aire—. Tú tienes un límite de 10 días, Blexer… yo no sabía si podía acceder en ese tiempo… ya sabes, todas esas tonterías sentimentales que se supone que una mujer habría de sentir para poder disfrutar del acto sexual… claro, hasta que charlé con la encargada de aquí... entendí muchas cosas en muy poco tiempo, entre ellas que no he venido por un empleado, ni por ayuda, sino por un compañero, un gran amigo… eso es algo que me encantaría tener, no voy a negarlo…

Hubo cierto silencio, entonces continuó.

-Ese es el primer punto y creo que es de los más importantes, el que estés dispuesto a arriesgarte con alguien como yo. No me conoces, no te conozco y no sabemos a dónde podamos llegar, puede ser a todo o a nada y el que saldría perjudicado serias tú…—en el fondo sabía que ella jamás se perdonaría si aquella criatura llegara si quiera a pasarla mal en algún momento, ella empezó todo y es enteramente su responsabilidad, sin embargo, el darle responsabilidades al ser frente a ella resultaba más cómodo para su consciencia— En caso de que aceptes, quiero que sepas desde ahora algo muy importante, Blexer. Esto es algo que espero y siempre tengas presente para conmigo y deseo que, si decides seguirme, jamás lo olvides: no importa nada ni nadie, tú y yo somos quienes más nos vamos a lastimar. Soy un ser humano que comete errores frecuentemente, si llego a herirte de algún modo, quiero que sepas que jamás va a ser intencional, por favor, no lo olvides.

Se aproximó al lobo, tomó su rostro con ambas manos y lo dirigió en dirección a ella.

-No son todas las cuestiones a discutir, pero, con todo esto… ¿estás dispuesto a seguirme? ¿Estás dispuesto a arriesgarte…?

Una parte de ella rogaba que dijera que no, la otra se moría por un “¡Sí!” rotundo. De cualquier manera, su corazón se había calmado, su confesión la había tranquilizado de sobremanera y ahora sólo esperaba una respuesta, no esperaba ninguna en especial, aceptaría cualquiera de la mejor manera posible y para ella estaría perfecto lo que fuese.

En cuanto empezó a notar el des aceleramiento de su corazón, la inseguridad se apoderó de él, sentía que la había perdido, un hueco seco se creó en su garganta, algo quiso salir de ella, ¿un aliento de tristeza quizás?, no sabía, era como algo instintivo tal vez, era tanta su necesidad por recuperar esos deleitantes latidos, rápidos y fijos, justo antes de intentar dirigir palabra con la chica, se detuvo un momento y cuestionó fugazmente
–“Y… ¿si los latidos rápidos no son de emoción, y eran de miedo…?”-, definitivamente la inseguridad del Okami no le permitía hablar o siquiera moverse, ní decir pensar bien –“¿Y si mi gruesa voz no es lo que ella espera…?”-, no sabía qué hacer, él estaba por completo de acuerdo con las condiciones, el único problema era que no tenía idea mínima de cómo tratar con un humano, mucho menos con el que sería su amo, algo pasó de repente, no supo qué, pero inseguridad, desapareció, fue algo tan bipolar, de segundos, de un momento a otro, el lobo ni siquiera lo notó, su nuevo plan, en vez de quedarse callado y quieto, era ver la reacción de la chica el acercarse un poco, siendo así el nuevo plan, alzó la mano, lenta, sensual y delicadamente, se detuvo un poco antes de llegar a tocarla, fue ahí, en ese momento cuando supo que era suya, los latidos apresurados de ése corazón habían vuelto, se sentía seguro, orejas afiladas, atentas, muy seguro de si, tomó las suaves manos de la mujer, las llevó lentamente hacia la parte donde estaba sujeto el nudo del oscuro pañuelo que le había nublado la vista tantas veces, era emocionante para él; ligeramente fue quitando las manos de las de la chica, daba a entender totalmente cuál había sido su decisión, era tanta su seguridad, que empezaba a menear la cola, en un vaivén relajado y paciente, quieto, simplemente adoraba escuchar como el cuerpo de la chica disparaba adrenalina por todas partes mientras esperaba que le quitara la venda de los ojos.

Un ligero escalofrío recorrió sus brazos y llegó a su pecho al sentir el contacto de las masculinas manos, aquel detalle la paralizó por unos segundos hasta que retomó conciencia de lo que sucedía y dedicó una sonrisa suave a su futura mascota, porque ciertamente lo sería. Sus dedos se enredaron entre la cinta y se detuvieron.

-Es como si fuera a casarme... jajaja, voy a casarme con un sujeto que tiene cola y orejas... jamas me hubiera imaginado tal cosa—pensaba para sí mientras flexionaba sus brazos y acercaba su cuerpo al del okami, conocía bien ese gesto de coquetería y el ser frente a ella era lo suficientemente apuesto como para provocarle esos gestos—. Bien, aquí vamos—se animó mientras tiraba de la suave tela y enderezaba su columna, descubriendo los profundos ojos y sumiendose en ellos, el impulso de besarlo arribó en sus pensamientos, sin embargo, se contuvo, era demasiado guapo para el bien de ambos... quizás era lo que hacía falta para que el arrepentimiento si quiera pasase por su mente.

-Hola, Blexer...—el pensamiento de probar los labios del chico guapo no se había ido, pero lo rechazó en cuánto pudo, no era algo que necesitaba físicamente, despues de tanto tiempo soltera y enfrascada en el trabajo y en los estudios había aprendido a superar la necesidad sentimental de una pareja— Yo soy Karen, a partir de este momento estaremos juntos, así que prepárate—sonrió bellamente mientras se colocaba la cinta en la muñeca, ese era un objeto que habría de guardar por mucho tiempo.

Ni siquiera escuchó con atención las palabras de la chica, había quedado tan fascinado y entretenido, recorriendo lentamente con la mirada, las perfectas ondulaciones en su terso cabello, el momento fue todo lo contrario a lo que esperaba, no fue apresurado, no fue exaltante, todo lo contrario, justo después de que su vista hubiera sido descubierta, ese hermoso sendero que iba como en picada, ese caminito como de oleaje que iba desde lo más alto de su cuerpo hasta el pecho, era tan cautivante para él, que causó cierta relajación, una tranquilidad interna y externa, era como si todo ser viviente hubiera desaparecido, las presencias se habían ido, los ruidos, sólo eran ellos dos en la habitación, el constante y lento meneo de su cola era lo único en movimiento para el, ¡DEMONIOS!, quería dejar de ver su cabello para seguir examinando al maravilloso ser que tenía en frente, pero era tan difícil.
–“Qué hermoso…”- se repetía pasa sí, lo había atrapado el frenesí de las ondas en su cabello, sin duda era lo más alucinante que nunca antes hubiese visto; por fin, después de segundos, una onda en especial, una con fin justo en lado de los carnosos y rosados labios de la joven, -“No, esto es más bello”- pensó mientras meneo la cabeza un poco, como si se estuviera corrigiendo a si mismo, ní un parpadeo, es más había olvidado hasta respirar en esos segundos de analización, notó cómo lo labios se abrieron un poco, de nuevo el instinto se apoderó de él, sentía la necesidad de hacer algo, era una situación tan impotente para él, pues no sabía qué era ese algo, de nueva cuenta dejó entrar un poco de aire a sus pulmones, de forma ligera y relajada, justo después se dejó ir sobre la mujer, sin sutileza alguna, casi como si le hubiese estado cazando, fue tan tosco el impacto que terminó golpeando su rostro contra el de ella, tan fuerte que se lastimó con las gafas de la chica, sólo un:
–Auch...- un tanto ahogado fue el que dejó escapar la chica, después de una risita burlona por parte de la encargada, lo había arruinado el inolvidable, el único y primer momento, se sentía un inútil, un fracasado, no había podido acercarse en forma adecuada, sonrojado lo único que hizo fue enroscar su cola y bajar las orejas, sin dejar de ver através del dañado cristal sus profundos ojos azules, solo esperando de nuevo la reacción de la chica, era como un cachorro asustado y temeroso la expresión de en su rostro.

Una de sus manos se encontraba sobre su nariz a la altura del tabique, definitivamente no habia ocurrido nada grave pero el hecho de que numerables fibras nerviosas se encontraran expuestas al medio ambiente en esa específica zona ayudaba a que el impacto hubiera resultado un poco más doloroso de lo que debió de haber sido.

-E-Estoy bien—aseguraba más para ella misma que para nada, y, efectivamente, no tenía nada, como médico lo sabía, tampoco se encontraba molesta, pero si la había tomado por sorpresa el repentino movimiento del okami impidiendo que esquivara como debió de haberlo hecho—. En serio—retiraba sus manos de su rostro, notando la pose que su mascota habia adoptado—, no me pasó nada, Blexer, mira, estoy bien, no tengo nada—colocó una de sus manos en el hombro del joven de manera confortante y segura, el dolor se aplacaba y no era necesario hacer tanto alboroto—. Oye, Blexer, ¿qué te parece si vamos a comprarte algo de ropa antes de llegar a tu nuevo hogar? Yo no tengo prendas que puedan quedarte y claro que tendrás que ducharte de vez en cuando...—al decir esas últimas palabras, no pudo evitar pensar en el cuerpo desnudo bien formado de su mascota, sintió un porximo rubor en sus mejillas que ignoró por completo, su mente se tornó en blanco y sonrió como si nada.

Dio unos pasos hacia la entrada y le ofreció una mano.

-Entonces, ¿vienes?

Una sonrisa pequeña, discreta, seguida por una que enmarcó su rostro por completo, unos lentos pasitos fue los que fue dando hasta acercarse un poco a la ojiazul, en sus adentros, sintió algo retenedor, un sentimiento, de nueva cuenta, no tenía idea de qué era, pero algo era seguro, estaba empezando a darse cuenta al poco tiempo que llevaba fuera de la jaula, que tenía que empezar a dejar que sus instintos lo guiaran, pues estos reaccionaban perfecto ante su falta de sabiduría y entendimiento al comportamiento y reacción Huacana, un ligero parpadeo para el resto, pero minutos de meditación para el chico lobo, un ligero temblor en sus piernas, se dio la vuelta y dio unos pasitos de vuelta hacia la encargada, se inclinó levemente, al mismo tiempo que el resto de su cuerpo, la cabeza del okami iba en conjunto, sus castaños, finos y llovidos cabellos descendieron un poco, de la forma más educada posible dijo:
-Arigatou gozaimashita…-, se notaba el agradecimiento, en toda la postura de su cuerpo en sí, lo hizo de la forma más correcta posible, esto pues reflejaba su eterno agradecimiento por haberlo cuidado, aunque en el fondo, el sabía que había más que una simple jaula, alimento u otra cosa material, él estaría siempre eternamente agradecido, pues a pésame de sus defectos, nunca fue rechazado o botado a la calle por la empresa, dejándole así tener la oportunidad de llegar a conocer a aquella para la que había sido creado. Después, prácticamente corriendo, se dirigió hacia la chica, fue tan raro, como si tuviera todo fríamente calculado, ni siquiera necesitó detenerse un poco para poder tomar la mano de la joven, la sentía tan suave, se detuvo a verlas un poco, -“Se ven igual a como se sienten..”- pensó para sí, esa mirada coqueta y descarada regresó a su rostro de nuevo, puso la frente en alto, en tono bajo dijo –¿nos vamos?...- justo antes de que la joven contestara su pregunta, empezó a caminar, después de todo, él era el macho, tenía que tener las iniciativas, giró un poco la cabeza, mientras bajó un poco las menudas orejas –¿Qué es eso?...- preguntó, mientras señalaba curioso con el dedo índice de la otra mano.

-¿Esto?—señaló por su cuenta en dirección a sus gafas, menuda pregunta le había hecho su nuevo amigo, le parecía interesante la manera más adecuada de responder, la verdad no se esperaba que fuera a hacerle preguntas de ese tipo tan pronto y menos porque aún habría de aprender mucho más, ella necesitaba que lo hiciera.

Con un ademán se despidió de la trabajadora de la Pet Shop y entrelazó sus dedos con los del okami, aquella acción había resultado mucho más agradable de lo que esperaba, se sentía cómoda y satisfecha con el resultado de aquella decisión, lamentablemente su rápida mente la hizo caer en cuenta de que era demasiado pronto para cantar victoria y que no habría de confiarse para nada. Sin embargo, se sentía generosa, habría de regalar bondad y cariño infinitos al menos por ese día.

-Pues, estas son mis gafas—se soltó un poco del agarre del chico y tomó con ambas manos el elemento antes mencionado—, son lentes de aumento que me permiten ver adecuadamente, eh... no es como si viera borroso o cosas así—se apresuró a decir ante la faz preocupada de su interlocutor—, estos son para que mis ojos no hagan un gran esfuerzo por ver el medio que me rodea, no tengo una vista 20/20, pero si una muy buena, pero te confesaré algo—no pudo evitar una risita antes de proseguir—: yo lo uso porque creo que con ellos me veo mejor.

Era un detalle especial de ella que no le gustaba del todo pero que no podía evitar expresar: era un tanto superficial. Primero ponía su apariencia física antes que su desempeño laboral ante su explicacion, sin embargo, hasta cierto punto, tenía razon, por supuesto, no era lo más indispensable, pero si algo que la hacía sentir más cómoda. Después de ello, dio un ligero suspiro y se pasó una de sus manos por los largos cabellos arreglando un poco estos últimos, sonrió ligeramente y volvió a colocarse sus gafas.

-Tiendo a leer y a usar el ordenador constantemente, por lo mismo también uso los lentes para que mis ojos se dañen lo menos posible, tienen muchos usos y son muy variados los estilos y las funciones, algunas gafas son para protegerse contra los rayos ultravioleta que despide el sol, otros tienen una gran cantidad de aumento para personas que de verdad ven borroso... en fin, depende de cada quien, estas bellezas se adaptan a la persona—se acercó al okami y tomó su brazo derecho cual acompañante, pudo notar que había procurado acercar su cuerpo al de él... definitivamente le había gustado el sujeto—. ¿Alguna otra duda? Antes de que lo olvide, si tienes alguna pregunta o necesitas preguntar cualquier cosa, no dudes en decirme, espero y puedas tener esa confianza conmigo—procuró que continuaran caminando, el día avanzaba rápido y le gustaría poder terminar con las compras esa misma tarde.