~..Residencia Kosei..~

Una casa de un piso, bastande grande y tenebrosa, pero bella.
Al entrar en ella podrás ver un estenso pasillo que lleva a la cocina, izquierda; comedor ,izquierda; sala, izquierda; un baño, derecha; Sala de musica, derecha; escaleras, derecha.
La cocina tiene un decoracion rustica, contiene muchos electrodomesticos, aunque la casa paresca antigua.
En el comedor hay una larga y estensa mesa, como para 12 personas o mas, con 12 sillas.
La sala, esta muy bien decorada, con algunas estatuas, y 2 sofa simple y 2 sofas compuestos o dobles con una alfombra gande debajo de todos ellos, hay un televisor plasma en la pared.
El baño principal, que contiene una bañera con ducha, un inodoro y un lavado con espejo.
Sala de musica, contiene dos pianos de cola, dos vilines muy finos, una flauta, algunso instrumentos electricos y otros clasicos,.
Subiendo las escaleras, te encontraras con 6 puertas, 4 habitaciones cada una con nombre, un baño y una terraza.
Primer habitacion, , contiene una cama simple, muy bella y comoda, con una armario haciendo juego una enorme ventana, con mini terraza, unos cuadros de campos de flores y rios, un mini escritorio, varios peluchitos.
Segunda habitacion, contiene una cama matrimonial, muy hermosa, una ventana, un armario grande, un escritorio con espejo, una cajita musical sobre el, un cuadro muy bello de dos rosas una azul y otra roja unidas bajo una sinta.
Tercer habitacion, contiene una cama simple, muy bella y comoda, con una armario haciendo juego una enorme ventana, un mini escritorio, varios peluchitos.
Cuarta habitacion, contiene una cama simple, hermosa, una ventana, una escritorio, un armario y toda la piesa decorada con miles de peluches de todo tipo de animales, en especial de conejos.
El baño, contiene una enorme bañera, un inodoro y un lavado con espejo, un estante.
Y por ultimo la terraza, muy hermosa, con algunas platas, con hermosa vista, pero peligrosa

Se mantuvo quieta mientras la llevaban en el vehículo hasta el que sería su nuevo hogar. Mantenía el rostro hacia el frente, con los ojos vendados. Las manos reposaban juntas sobre su falda. Del exterior solo podía percibir la suave brisa que entraba por la ventanilla.

Le habían dicho que su amo era un muchacho a quien la habían obsequiado. ¿Qué clase de sujeto sería? Apretó los labios con suavidad al tiempo que apretaba las manos impaciente. Quería poder ver el mundo. Quería conocer a su nuevo amo. Quería jugar al aire libre.

No tardaron mucho en llegar. La bajaron del auto y la hicieron acercarse a la puerta, con la cual terminó golpeándose al no ver por dónde iba.

-Ouuch…- Susurró adolorida mientras se frotaba la frente. Escuchó como quien la había llevado tocaba el timbre, para luego acomodar la tarjeta, que colgaba de su cuello, e irse de nuevo en aquel vehículo. –Mi nuevo amo… ¿me querrá?- Se preguntó mentalmente.

Ya había pasado mi primera noche en mi nueva casa… la cual había podido pagar gracias al trabajo de medio tiempo que tenia, aunque aun me faltaban un par de cuotas no me importa… estaba feliz, ese era mi nuevo hogar y de ahora en mas podría vivir en paz y tranquilidad, perezosamente me levanto de mi nueva cama, mirando hacia la ventana como el sol iluminaba la habitación, aun estaba algo dormido por lo cual esa brillante luz me molestaba, cierro mis ojos un poco frotándome con las manos para poder despejarme mejor, al abrirlos nuevamente… veo que era un hermoso día para dar una caminata. Me levanto solamente con mis bóxer… ya que me gustaba dormir de esa forma era mucho mas cómodo y fresco a la vez, estirando mis brazos para desperezarme por completo, rápidamente me pongo unas pantuflas… negras que me había comprado y voy al baño para lavarme la cara… y cepillarme los dientes, al terminar salgo del bajo el cual estaba al lado de mi habitación… era practico para mi ya que me daba flojera caminar demasiado al recién levantarme, al salir de la habitación, bajo por las escaleras hacia lo que era mi nueva cocina… voy al horno y prendo una hornalla para poder calentar un poco de agua.

- Que lindo día… creo que hoy será un día de suerte…-

Me digo a mi mismo… mientras que me acerco a la lacena para poder sacar un poco del café que tenia en un frasco agarro una taza con la insignia de evangelion de color negra… dejándola sobre una pequeña mesa… me siento en unas de las sillas… preparándome el café, poniendo las cucharadas adecuadas, mientras que esperaba a que el agua hirviera… miro la hora era las 12:08 de la mediodía … era algo tarde para despertarme, pero como era mi primer día en ese lugar era valido… ya que había pedido algunos días libres en el trabajo para poder acostumbrarme al ambiente nuevo.

- Hmp… tendré que comprar algunas cosas para decorar la casa, que debo comprar… tendré que hacer una lista. -

Al decir esto me levanto del pequeño banquito… dirigiéndome al comedor… de la mesita ratona tomo una mini libreta la cual escribía y hacia alguno que otro borrador, en eso de la nada escucho un pequeño ruido en la puerta principal de mi casa… algo extrañado me acerco a esta lentamente, miro con tranquilidad por el vidrio para ver si había alguien en ese lugar… al ver con mas atención, me quedo inmóvil unos momentos… era una joven con una venda en sus ojos ¿?... que clase de broma era esa, sin pensarlo mas me alejo un poco de la puerta y con algo de curiosidad la abro… al abrirla la puedo notar mas claramente a la joven, era un poco mas baja que yo… y era muy hermosa al perecer era una broma de alguien o algo así, por que una chica con los ojos vendados estaría en la puerta de un desconocido ¿?.

- Estas bien… amiguita ¿?... estas perdida ¿?... necesitas ayuda o algo así... ¿? -

Aun sin despegar la mirada de la chica… estaba algo choqueado… me molestaba un poco que mi primer día en ese lugar ya me pasaran cosas raras… pensaba que iba a ser un hermoso día tranquilo pero al parecer, era un día normal… solo cosas raras me pasaban a mi. Suspiro pesadamente, mientras que llevo ambas manos hacia la venda que tenia la joven… sin dudarlo le bajo la venda dejándola aun sin desatar, en su fino cuello… quería alguna clase de explicación para ese suceso tan extraño que estaba pasando.

Esperó en silencio hasta que escuchó el cerrojo de la puerta. Se mantuvo firme en su sitio, relajándose un poco al sentir el aroma que le llegaba desde el interior. Café… mezclado con colonia masculina. Era increíble lo agradables que resultaban esos aromas luego de pasar tanto tiempo en esa tienda sintiendo únicamente el efluvio de sus “pares”.

-¿Esa es la voz de mi amo?- Se preguntó internamente. Era una voz tan… grave, masculina. Frunció levemente el ceño al sentir que la tocaba y corría el vendaje, por lo que apretó los párpados, mientras soltaba un suave “huh” por lo bajo. Sin abrir los ojos aún, se llevó la mano al cuello donde tanteó hasta dar con la tarjeta, la cual agitó frente a ella para enseñársela. Allí decía “Felicidades por tu apartamento Takumi, disfruta de tu nueva mascota!”

La muchacha dudó unos segundos, y bajó la cabeza clavándola en sus pies. Abrió levemente los ojos parpadeando un par de veces.

-Huh… Uhm… ¿Aquí vive… Takumi Kosei?- Preguntó en un suave tono de voz mientras miraba fijamente sus manos. Dudó un poco y alzó lentamente la mirada, hasta dar con sus ojos. Permaneció inmóvil contemplándolo. Era tan apuesto.

Algo confundido aun… veo como empieza a llevar su mano hacia su cuello, hasta que rosa una clase de tarjeta la cual agarra y empieza a mover de un lado hacia otro… haciendo alarde de este, yo algo curioso tomo con mis manos la tarjeta sin jalar demasiado para no lastimarle el cuello… no entendía muy bien lo que decía ya que estaba al revés… pero no me importaba, al escuchar mi nombre… yo haciendo la cabeza un poco, aunque ella tenia la mirada clavada en el suelo por alguna razón.

- Si… yo soy Takumi… por ¿? –

Suelto la tarjeta rápidamente… mientras que veía como ella tímidamente levantaba el rostro… que le pasaba a esa chica, era muy tímida… o solo estaba asustada por alguna razón, al ver como me miraba directamente al rostro, yo me sonrojo levemente… su mirada me había cautivado por unos momentos, hasta que vuelvo de la realidad… batiendo la cabeza de un lado hacia otro… tratando de olvidarme de su penetrante mirada. Vuelvo a tomar con algo de rapidez la tarjeta dándola vuelta… tenia algo que comprobar… al leerla nuevamente veo que dice claramente “disfruta de tu nueva mascota”… que quería decir eso ¿?... me voy un poco mas adelante saliendo un poco de mi casa, para poder ver si había alguna mascota cerca de la puerta de mi casa… al no ver nada, la vuelvo a mirar a la chica y le pregunto.

- Cual es mi mascota nueva ¿? –

Me llevo una mano hacia mis cabellos… rascándome un poco la nuca… estaba algo extrañado sobre el tema de la mascota, me quedo mirando unos momentos de arriba hacia abajo a la chica, era muy hermosa y paresia algo inocente, seguramente ella sabia sobre la mascota que me habían regalado por mi nuevo “departamento”.

Lo miró callada ignorando por completo su entorno. Solo podía concentrarse en aquel muchacho. ¿Ese era su amo? Era tan maravilloso, tan apuesto… parecía amable. Sonrió levemente mientras lo contemplaba.

Al escuchar su pregunta, volvió a la realidad. Ladeó la cabeza levemente. ¿No entendía acaso? Suspiró con calma y se señaló a si misma con timidez mientras lo veía dudosa. ¿Se enfadaría ante aquello? Esperaba que no…

-Y…yo lo soy.- Susurró con suavidad mientras lo observaba fijamente. –Soy Misha… mi numero de serie es #46. Soy una Pet del tipo Oni.- Explicó con suavidad mientras continuaba viéndole. –Es un placer, amo.- Musitó mientras hacía una reverencia, acabando por ver que estaba semi-desnudo. Por lo que soltó un leve chillido y se cubrió los ojos sonrojada. –¡Tápese amo! ¿Acaso quiere que le griten pervertido o cosas así? ¿Va a resfriarse?- Agregó clavando la mirada en su rostro mientras intentaba empujarlo de regreso al interior de la casa, posando las manos sobre su pecho.

Sintió un suave cosquilleo en la espalda cuando rozó su piel. Era tan suave… ¡NO! Debía pensar en la salud de su amo primero. Luego podría divagar.

Abro mis ojos como nunca antes lo había hecho al escuchar la respuesta de la joven… ella era mi nueva mascota, que clase de persona coherente podía darle a alguien como regalo una chica que paresia completamente humana. Vuelvo en si después de unos momentos de quedarme choqueado… miro de arriba hacia abajo nuevamente a la joven, ella quería que yo fuera su amo… no tenia ninguna queja u objeción… eso era todo solo traerla a mi puerta y cuidarla como si fuera una mascota… que clase de persona podía tratar así a una mujer, me rabiaba del solo pensarlo… era algo inaudito para mi, de la molestia apretó mis puños, mientras que mordía mi labio inferior haciendo que un hilo de sangre saliera por este... al ver la expresión de la chica me calmo de un momento a otro, volviendo a mi semblante de antes… con calma suspiro tratando de encontrar el lado bueno a esto.

- Me… me puedes decir… el nombre de la persona que te trajo hasta aquí… o quien me dio este regalo, te sabes el nombre o donde vive ¿? -

Le pregunto con algo de duda y curiosidad, mientras que siento como ella me da un “fuerte” empujón hacia adentro… diciéndome muchas cosas sobre mi apariencia y sobre cosas pervertidas, al darme cuenta… bajo mi mirada para poder ver que tenia de malo, instantáneamente me sonrojo levemente al ver que estaba en bóxer enfrente de ella… aunque estaba algo atontado por todo esto… rápidamente voy hacia mi sofá donde habían unos pantalones tirados en el respaldo… los tomo sin pensarlo dos veces poniéndomelos en un rápido movimiento, al tenerlos ya puestos llamo con mi mano a la chica para que entrara un poco mas, ya que era algo descortés tenerla en la puerta… ya que ahora viviría conmigo hasta encontrar una solución a todo este embrollo que se me había presentado.

- Pasa por favor… no te quedes hay en la puerta, cierra la puerta antes por favor…-

Rió algo nervioso para volver a suspirar consternado por todo lo sucedido… aun parado a un lado del sofá esperando a que la joven se acercara un poco mas para tomar haciendo y ponerse mas cómoda… yo no sabia que decirle a todo esto, si la rechazaba seguramente ella no sabría a donde ir ya que tenia los ojos vendados… estaba casi seguro que no sabia en que barrio o región se encontraba.

- Ponte cómoda… as de cuenta que es tu casa. –

En eso se escucha un chillido en la cocina… al prestar mas atención a este me había acordado de que el agua se estaba calentando como hace como 20 minutos atrás… seguramente esta que hervía en agua, de una corrida voy hacia la cocina para tomar la tetera… la cual estaba que pela, haciendo mi mano hacia atrás rápidamente al tomar la manija hirviendo hizo que mi mano se quemara un poco… busco en la mesada un trapo o algo para poder tomar con rapidez la tetera, al encontrar uno libre… tomo la tetera y la dejo a un costado, sacándole la tapa para que se fuera un poco mas rápido el calor, dejo todo en su lugar una vez mas, yendo hacia mi sala de estar para hacerle un par de preguntas mas a la joven que recientemente se había convertido en mi “mascota”

No recordaba el nombre de quienes la habían dejado allí y no habían hablado mucho como para que supiera quien la había enviado. De todos modos no le importaba. Lo miró levemente preocupada. ¿No la quería?

Entró dudosa al ver su gesto. Cerró la puerta y se acercó con movimientos lentos, felinos. Se sentó callada en el sofá aceptando su “orden” de ponerse cómoda. Sonrió levemente, sobresaltándose cuando escuchó el chillido y lo vio salir corriendo. Cuando regresó lo contempló atentamente… lo había escuchado soltar un quejido. Bajó la mirada a su mano, notando que estaba colorada. La tomó con suavidad callada para verla atentamente.

-¿Está bien amo?- Preguntó con suavidad mientras lo veía fijamente, luego bajó la vista y acercó los labios a la herida, acabando por lamerla con suavidad. Posteriormente se apartó un poco para verle y le sonrió.

-Amo… ¿No me quiere aquí?- Preguntó con suavidad mientras se llevaba su mano a su rostro, posando la mejilla en ella. –Yo quiero quedarme con usted. Para siempre.- Susurró cerrando los ojos. –Moriré si usted no me ama…- Susurró para ella misma. Suspiró y apartó el rostro, para continuar “curando” su herida.

Escucho nuevamente la dulce voz de la chica, la cual me dejaba algo impactado… se notaba que era muy dulce y cariñosa de por si… tratarme de esa forma solo hacia que me ablandara mas hasta el punto de derretirme de dulzura… era una chica muy educada y eso me gustaba…si iba a compartir mi vida con ella, me agradaría que fuera cortes y femenina. Al llenar nuevamente al lado del sofá… veo como la chica me observa y rápidamente toma mi mano llevándosela a sus labios… haciendo un suave rose con estos, lo cual hace que me sonroje un poco y mis nervios aumentaran al mismo tiempo, ella era tan calmada… me hacia calmarme a mi también… su semblante lleno de carisma me hacia volver a la normalidad.

- Si… si estoy bien, por cierto a todo esto cual es tu nombre ¿? –

Al escuchar como ella me decía la palabra amo… yo me la quedo mirando unos momentos, mientras que ella llevaba mi mano hacia una de sus mejillas… las cual estaba muy calida y suave, mi mano estaba inmóvil… no podía mover ni un solo dedo aunque quisiera, por que me estaba pasando eso, había cambiado tanto… antes solo pensaba en mi y en mis problemas… los cuales los resolvía a golpes ya que era un chico muy patotero, pero ahora con el solo rosee de la mano de una joven me ponía muy nervioso… como si estuviera clavado al piso, sin poder defenderme ante ella.

- No, no digas eso… si quiero que estés segura y a salvo… pero esto es algo nuevo para mi… lo siento, pero de ahora en mas tratare de entenderte mejor… ya que esto te debe doler, ser entregada a alguien así como así… sin elección de elegir a alguien adecuado por vos misma, debe ser un tormento… de ahora en mas seré mas amable con vos… no quiero que te sientas incomoda, y no me digas amo por obligación… solo dime Takumi o Taku… como me dicen algunos amigos del trabajo. –

Sonrió de lado… mientras que seguía mirando a la joven con algo mas de confianza en mi mismo… no quería que ella se deprimiera, no es que no la quería o no la aceptaba… solo que era algo muy nuevo para mi y entender eso era algo difícil, ya que era demasiado idiota debes en cuando. Al sentir que el calor se va yendo… de mi mano un poco “lastimada” veo como ella aleja su rostro con tristeza y melancolía… lo cual hace que me ponga de la misma forma, había herido sus sentimientos al no aceptarla por completo de una vez.

- Por… por favor no te pongas así, yo te cuidare de ahora en mas… vivirás en mi casas y seremos buenos amigos, total aquí tengo lugar de sobra para vos. –

Rió un poco nervioso… mientras que me arrodillo en el suelo, para tomar con una de mis manos el mentón de la joven, para que esta me viera a los ojos, quería que viera que no le estaba engañando o mintiendo para que se sintiera mejor, yo de ahora en mas me iba a hacer cargo de sus necesidades y gustos, aunque eso significara dejar los míos.

Lo contempló callada mientras hablaba. Suspiró cerrando los ojos pensativa. ¿Que lo llamara por su nombre? Bueno… si él lo deseaba, ella lo haría. Lo observó de nuevo y se arrodilló frente a él imitándolo.

-Yo quiero complacerlo… Amo… es decir, Takumi…sama.- Susurró con suavidad mientras lo veía fijamente a los ojos, para luego sonreír con dulzura. –Complacer todos y cada uno de sus deseos. Prometo ser una buena mascota. Y satisfacerlo.- Sonrió con dulzura, para luego aproximarse levemente y darle un corto beso en los labios y apartarse para verle. –Y… mi nombre es Misha. Numero de Serie: 46…- Susurró con suavidad mientras lo veía.

Sonrió amablemente, para luego recordar algo y buscar en sus bolsillos. Al encontrar lo que buscaba sonrió y le extendió un papel. Allí estaban los escasos requisitos para su cuidado y explicaba con exactitud qué era ella.

-Le pido… que cuide bien de mi, Takumi-sama.- Dijo con inocencia.

Su silencio de a momentos me ponía un poco nervioso… pensaba que ella no aprobaría tales palabras… al ver como ella se arrodilla de la misma forma me sorprendo unos cuantos momentos, hasta que siento como sus labios se pegaban a los míos en un rápido movimiento de ella, lo cual me dejo medio atontado de por si… para colmo ya todo esto me confundía, ella llamándome Takumi-sama… era algo extraño en verdad, pero si ella quería decirme de esa forma no tenia por que protestar… solo me levanto poniéndome derecho nuevamente, bajando un poco la mirada para poder observar a la chica “demoño” que estaba aun arrodillada, yo amablemente estiro mi mano para poder ayudarla a levantarse.

- Mucho gusto Misha… complacerme ¿?... creo que lo tendré en mente… si necesito algún favor, como ayudarme en la limpieza y esas cosas.

Haciendo como si nunca hubiera probado esos labios, suaves y calidos que tenia… miro hacia otro lado, olvidándome nuevamente que ya tenia el agua lista para poder tomar mi café matutino, en verdad lo necesitaba y también un par de aspirinas… para calmar mis ahora leves nervios. Al terminar de ayudar a Misha a levantarse… doy unos cuantos pasos hacia la entrada de la cocina.

- Ven Misha… te ofrezco algo de beber ¿?... yo estaba por tomar algo de café… quieres ¿?. –

Miro a Misha unos momentos mas hasta que… desvió la mirada hacia otro lado, esperando a que ella viniera para que no se sintiera sola en la sala de estar… ella aun quieta hay saca del bolsillo de su chaleco un pequeño papel… el cual me lo entrega rápidamente, diciéndome que eran las normas para poder cuidarla correctamente… abro el papel y leo un poco, yo estaba en contra de esas cosas… hago un bollo con ese papel, con un movimiento de mi mano lo lanzo hacia el cesto de la basura… al ver como cae perfectamente dentro, vuelvo a mirar a Misha con un semblante algo serio pero sin dejar mi amabilidad de lado.

- No necesito un manual para cuidarte… solo dime lo que deseas y te lo daré, solo eso… si necesitas algo solo dímelo y tratare de hacer mi mejor esfuerzo. –

Le doy un par de palmaditas suaves en sus hombros con ambas manos… para que se sintiera segura de que no le pasaría nada malo estando a mi lado… ahora ella era como una amiga para mi, aunque yo fuera su “amo”… sonaba algo raro pero en realidad… no me molestaba para nada si ella me llamaba así o de la forma que quisiera, se notaba que era muy fiel y segura de si misma al hablar.

Lo miró frunciendo el ceño cuando arrojó el papel. Alzó la mirada para protestar cuando se le acercó y le palmeó los hombros. Suspiró o, mas bien, bufó, hinchando las mejillas. Él no entendía, en verdad era necesario que leyera aquella regla primordial. Tomó aire y lo miró.

-Es importante que lo lea.- Dijo por lo bajo mientras lo veía. –Mmh si desea, puedo decírsela yo. Es solo una norma… insignificante.- Sonrió con calma mientras le tomaba el rostro con suavidad. Lo siguió a la cocina donde lo hizo sentarse para prepararle el café. -¿Cómo le gusta el café, Takumi-sama?- Preguntó con calma mientras lo veía por sobre el hombro. Dudosa por cometer errores, decidió dejar la taza con café frente a él y el azúcar, junto con la crema, a un lado para que se sirviera.

-Con… respecto a la regla.- Dijo con clama mientras se ponía de pie para posar las manos en sus hombros y masajearlos suavemente. Cerró los ojos mientras tomaba aire y reunía el valor. –Mmh… de…debe tener… conmigo dentro de un período de máximo 10 días… O moriré.- Dijo sonrojada por lo bajo.

Miro a Misha… como frunce el ceño algo molesta e instantáneamente infla sus mejillas infantilmente… tanto le molestaba que no leyera las dichas reglas de cuidado, si ella me decía lo que quería para mi era suficiente… no quería ser esclavo de una cosa como reglas de cuidados hacia un ser vivo y menos con ella… que podía hablar y expresarse como un ser humano común y corriente no era necesario leer cosas sin sentido. Suspiro y me siento guiado por ella en uno de los banquillos que tenia la mesa de la cocina, miro cada movimiento que hace Misha sin perderla de vista ni un solo momento, al ver como toma la tetera y me trae las cosas para que yo me preparara el café, sonrió de lado… mientras que la miro a ella alegremente, no era necesario nada de eso, yo estaba realmente capacitado para realizar todo eso… aunque ella fuera mi “mascota”… no necesitaba hacer nada de eso, yo la iba a tratar como a una amiga muy querida.

- No era necesario eso… yo puedo hacerlo, no te preocupes… aquí la huésped eres tu y te tengo que tratar como tal… así que dime si necesitas algo y yo te lo serviré con mucho placer. –

Al escuchar sobre la regla “principal” yo suspiro por lo bajo… que era tan importante para que ella lo tuviera que decir, yo le daría de comer… le compraría ropa y le daría una buena cama, algo mas importante que eso había ¿?... me la quedo mirando a los ojos clavando mis ojos en los de ella… era realmente hermosa, me tentaba mucho mirarla a los ojos… hacia que un tibio calor se sintiera en mis mejillas, poniéndolas de un color carmesí claro.

- Que es lo que tendré que tener contigo ¿?... no entendí, lo siento estaba algo distraído mirando algo. -

Esperando a que ella me volviera a repetir lo que acababa de decir, yo preparaba tranquilamente mi café… poniéndole dos cucharadas de café y tres de azúcar… hecho un poco de agua caliente para poder mezclar el café y el azúcar, para darle algo mas de consistencia… luego de un rato de batido pongo mas agua caliente hasta llenar la taza de la cual salía un poco de vapor por la temperatura de h2o, la tomo con ambas manos levantándola un poco hasta la altura de mi rostro para poder soplar y que el calor bajara un poco… aun con la taza en el mismo lugar, giro mi rostro y miro a Misha… para prestarle atención a lo que ella me decía, no quería que volviera a repetirlo por mi torpeza.

- Ahora si… podrías repetirme lo que decías, tienes toda mi atención Misha. –

Clavo mi mirada en la de ella una vez mas, podía sentir como se ponía algo nerviosa y el color de sus mejillas iba cambiando un poco a un tono mas rosado, lo que me sorprendía un poco aunque no lo demostraba ya que tenia un semblante algo serio y frió a la vez… solo esperaba algo “impaciente” que me digiera nuevamente esa regla la que tenia que seguir al pie de la letra

-Escuche atentamente porque solo lo diré una vez.- Dijo resignada mientras veía sus manos apenada. Tomó aire y cerró los ojos con fuerza mientras jugaba con un mechón de cabello nerviosa. Pasó aire nerviosa y lo miró decidida, mientras adoptaba una posición rígida.

-Si mi amo no tiene… relaciones conmigo en un período de máximo de 10 días, moriré.- Explicó sonrojándose, para luego mirar el suelo. –Si no lo desea… no la siga…- Agregó bajando el tono de voz. ¿Se negaría a seguirla? Ella moriría. Suspiró y lo observó, para luego sentarse en el suelo junto a él y posar la cabeza en su regazo, como una niña pequeña. Tenía miedo de verle fijamente. ¿Cómo se tomaría aquella regla? ¿Le molestaría?

Abro mis ojos hasta mas no poder de lo impresionado que estaba… que era lo que estaba escuchando, en verdad ella solo me estaba jugándome una broma o diciéndome la mera verdad, bato rápidamente mi cabeza de un lado hacia otro tratando de volver a la normalidad, la vuelvo a mirar a Misha… con muchas dudas en mi cabeza, esa regla era verdad… si yo no le hacia el “amor” en diez días ella moriría, era algo imposible… en que cabeza cabía esa posibilidad… debía ser todo una broma desde el comienzo… seguramente alguien me estaba jugando una broma para hacerme caer redondito.

- Lo siento… pero no me gusta esta clase de bromas. –

Bajo mi cabeza tristemente, pensé por un momento que esa chica necesitaba mi ayuda… pero me había equivocado totalmente, al ver como ella apoya su cabecita en mis piernas… yo me levanto del enojo que tenia, apretando mis puños muy fuertes, necesitaba desquitarme con algo… no le iba a hacer nada a esa joven niña… no tenia sentido decirle algo se veía tan inocente, me daba pena regañarla… solo quería saber por que… por que alguien había sido tan cruel de jugarme esa broma tan pesada.

- Si me disculpas tengo cosas que hacer… si ya terminaste de jugar conmigo, por favor te pido que te retires de mi vista. –

No quería mirarla a la cara… solo salí de la cocina con un semblante muy frió hacia la puerta principal de la casa… abriéndola aun muy molesto, esperando que esa chica se retirara, ya no debía perder mas tiempo con esas mariconadas… ahora tenia una vida nueva y no iba a dejar que una cosa como esa lo arruinara, también el ser una demoña era una mentira… ella solo era una niña común y corriente… no tenia nada de especial, era como yo o como mi vecina, un ser de carne y hueso.

- Dile a tus amigos que entubo muy buena la broma, me la creí por unos momentos… pero si vuelven a hacer algo así, juro que los haré pedazos, si puedes darles ese mensaje te perdonare por lo que me as hecho. -

Mirando el suelo con mucha vergüenza y rabia… aunque esta no era la misma vergüenza que sentía antes por haber sentido el calor de la joven… esta vergüenza era por mi idiotas y mi inocencia… sabia que era un idiota pero no tan grande, ahora me daba cuenta que hasta una niña podía jugar conmigo, nunca podría ser feliz… me aleje de mis malvados tíos para poder llamar a esto vida… no esto no era para nada vida, solo era una burla total hacia mi persona… no quería ver a nadie quería encerrarme en mi habitación y acostarme hasta que se me pasara el enfado que tenia… algo incontrolable en esos momentos deseaba golpear la pared hasta que mis dedos se rompieran.

Lo miró sin comprender, para luego seguirlo quedándose de pie frente a él, en la sala. ¿Por qué no le creía? Así funcionaba el sistema. Suspiró y tomó el papel callada, para desarrugarlo y acercarse a él. Comenzaba a enfadarse. No le gustaba que la llamaran mentirosa.

-Mire…- Dijo poniendo su mano frente a su rostro para que viera el numero de serie que tenía tatuado. Posteriormente le plantó el papel en el rostro. –Léalo.- Agregó para luego mirar la calle. –Yo no soy mentirosa… y no me burlaría de usted amo.- Culminó para luego suspirar.

-Si así lo desea, me iré. Yo vivo para complacerlo.- Musitó, para luego salir dando pasos lentos. ¿Dónde iría? No estaba segura. En alguna parte de su mente, sabía que no estaba destinada a que un amo la amase… No servía para nada. Si lo pensaba un poco, era cruel aquello de que se enamorase de alguien quien no iba a quererla con él. Era triste y solitario.

Y ahora… moriría. Moriría porque la única persona a la que ella podía querer, no la aceptaba. Que irónico.

La miro como tomaba una actitud totalmente diferente a la de antes… era tan cambiante solo por mis comentarios, pero si para mi solo era una broma pesada… esa actitud, solo me hacia confundirme mas… al ver como toma el papel y lo pone mas o menos derecho, se acerca a mi con una mala expresión, poniéndome enfrente de la cara… mostrándome un numero de serie que estaba escrito en ese papel… aun mas confundido vuelvo a mirar a la chica y me muestra un tatuaje que tenia con el mismo numero... que estaba pasando, en verdad no era ninguna broma ¿?... en verdad ella era una mascota… la cual yo tenia que cuidar.

- Ella decía la verdad…. –

Me quedo unos momentos choqueado mientras que ella salía por la puerta de mi casa hacia fuera, yo aun no reaccionaba sobre lo que estaba pasando… en verdad ella me había dicho la verdad desde un momento y yo la trate como una basura… sentía como me desplomaba de un momento a otro, era una bestia… nunca tuve que hablarle de esa forma, yo odiaba cuando trataban mal a las mujeres pero por que yo actuaba así si lo odiaba tanto… me había cegado unos momentos por la ira y el enojo que tenia, pensando que solo era una maldita broma me deje llevar por lo que mi cabeza pensó primero.

- Espe… espera por favor… no te vayas –

Dejo de estar parado como un idiota, decidiendo seguirla rápidamente, la tomo del brazo “obligándola” a que se diera vuelta para poderla ver al rostro… quería pedirle disculpas, decirle que me había comportado como un completo patán, ella no tenia la culpa de que mi vida fuera un sufrimiento constante, estaba tan cansado de ser la victima de todo el mundo, solo quería tener una vida nueva y ser feliz en ese lugar… mi corazón no aceptaba mas mentiras ni engaños, solo quería una vida pacifica y ahora lo podía ver ella había llegado a mi para hacer ese sueño realidad… desde el primer momento que la vi no pude apartarla de mi cabeza, por alguna razón ella y yo estábamos destinados a estar juntos.

- Quiero que estés a mi lado… nunca me dejes por favor. –

Sin pensarlo la abraso fuertemente, rodeándola con ambos brazos desde su cintura, apegando mas nuestros cuerpos… yo por mi parte hundo mi rostro a un lado de su cuello entre sus cabellos, no sabia que mas decirle… solo me salían las palabras que me dictaba el corazón, no quería ser mas cruel con nadie mas… la ira y enojo que tenia se habían esfumado de un momento a otro al abrasarla con tanto cariño, quería demostrarle con ese abrazo que nunca mas volvería a pasar lo que había pasado, nunca mas se sentiría insegura ni indecisa a mi lado… yo le demostraría que podía confiar en mi y ambos seriamos felices.

Permaneció inmóvil mirándolo con los ojos vidriosos, para luego desviar la mirada, sobresaltándose cuando la abrazó. Lo observó de reojo sin comprender, manteniéndose quieta. Suspiró resignada y le acarició el cabello con suavidad. No podía odiarlo…

-¿Quiere que me quede?- Susurró con suavidad, para luego cerrar los ojos sintiendo el aroma de su colonia. Era agradable. –¿Va a creerme?- Agregó con tranquilidad. –Prometa que va a quererme mucho.- Culminó mientras lo apretaba con suavidad.

Suspiró resignada al sentir una leve ventisca fría, recordando que él no tenía una camiseta. Tomó aire y lo miró con calma, apartándose un poco. –Debería entrar o va a enfermarse. Le convendría darse un baño tibio.- Agregó mientras se arreglaba la ropa. Bostezó y se restregó un ojo con pereza, para luego volver a verle a la cara.

Me sentía alegre al escuchar las palabras de la joven “demoño” paresia que me había aceptado después de todos los errores que había cometido, por unos momentos tuve miedo de perderla... no sabia de que otra forma remediar mis errores, pero pedir perdón era un buen comienzo aunque yo mismo lo dijera. Percibió como ella se aleja un poco de mi para poder verla a la cara algo perezosa se arrasca un ojito lo cual izo que se me dibujara una leve sonrisa… se veía muy tierna haciendo eso, al terminar empieza a hablarme sobre si el frió que hacia fuera de la casa, yo por mi parte solo dije un pequeño “si”… la tomo rápidamente de la mano con mucha suavidad y cariño… guiándola detrás de mi hacia la entrada de la casa nuevamente, haciendo que pasara como lo había hecho tiempo atrás, cierro la puerta detrás.

- Creo que tienes razón, me iré a dar un rápido baño… no te molesta si te dejo sola aquí o tal vez deseas mirar televisión… o revisar tu nuevo hogar, como prefieras por mi esta bien, de ahora en mas todo lo que esta aquí te pertenece.

Le sonrió amigablemente, mientras que me acerco a la cocina con algo de ligereza, pero sin correr dejando la taza en el fregadero y la tetera aun con agua en una de las hornallas apagadas… dejo en azúcar y el café en la lacena y con un paso algo lento ya mas calmado voy nuevamente hacia la sala de estar donde aun se encontraba parada Misha… no me gustaba verla así solitaria, pero si me daba un baño rápido no pasaba nada, volvería con ella en unos 10 o 15 minutos máximo, le sonrió animadamente y con algo de felicidad… para luego darme la vuelta yendo hacia las escaleras… subiéndolas paso a paso hasta llegar a mi habitación, abro la puerta… dejando esta abierta por si Misha… quería ver mi habitación, no me molestaba que lo hiciera ya que no tenia nada que esconder… voy hacia el armario abriéndolo con algo de ligereza, busco entre las ropas alguna toalla que estuviera a mano para poder secarme luego de bañarme.

- Solo serán un par de minutos… no creo que se sienta sola en ese lapso de tiempo. –

Sonrió de de lado unos momentos, hasta volver a lo que hacia, al tomar la toalla cierro el mueble y me voy hacia el baño que estaba al lado de mi habitación en una puerta diferente, al entrar cuelgo la toalla… y sin dudarlo me saco los pantalones desabrochándome los dos botones que tenia, al terminar lo dejo caer hasta llegar al suelo, levantando un pie para luego hacer lo mismo con el otro… dejo mis jeans en un canasto donde metía la ropa “sucia”… al igual que los bóxer los cuales ya no necesitaba, al estar completamente desnudo… me acerco a la regadera y prendo el grifo del agua fría, me gustaba bañarme con ella me hacia refrescar mi cabeza y principalmente mis ideas, al rozar el agua helada con mi cuerpo desnudo, mi piel se erizo por unos momentos, hasta que empezaba a acostumbrarme… por mi cabeza solo pasaban unas cuantas imágenes de Misha… por alguna razón no me podía olvidar de ella ni un solo segundo que pasaba, aunque estuviera haciendo otra cosa completamente diferente, me era algo difícil no pensar en ella… me agradaba su forma de ser, era una mujer muy linda y al parecer con un buen carácter, lo que hacia que me pusiera nervioso del solo pensar en eso.

Permaneció en la sala un rato aburrida, decidiéndose por recorrer la casa. Caminó un rato por todos lados, viendo cada una de las habitaciones, dejando para lo último el cuarto de su nuevo amo. Una vez allí arregló la cama con calma, deteniéndose al escuchar el ruido de la ducha. Meditó unos segundos y se soltó los botones del saco, para luego dejarlo sobre la cama ya tendida… se arremangó y caminó sigilosamente hacia el baño. Quería ayudarlo a asearse.

Sonrió levemente al abrir un poco y entrar con cuidado. Tomó aire y se acercó a la bañera.

-Amo… ¿puedo enjabonar su espalda?- Preguntó con inocencia mientras acercaba una mano a la cortina. Quería ayudarlo y volver a sentir su suave tacto. Quería ver sus ojos chispeantes de alegría cuando hacía algo bueno por él… quería que la felicitara. Que la amara. –Prometo no ver, si le incomoda.- Dijo con suavidad mientras se sonrojaba levemente. Había olvidado que podía molestarle.

Luego de un rato de estar bajo en agua pensando… un poco sobre lo que seria mi nueva vida junto a Misha, tomo el jabón que se encontraba en un estante dentro de la bañera junto con el shampoo y las demás cosas. Empiezo a pasarme suavemente el jabón por los brazos haciendo un poco de espuma… limpiándome cada sector de mi cuerpo… al terminar con estos bajo hacia mis piernas… haciendo un poco de espuma nuevamente, dejo el jabón a un lado y me refriego con mis manos las piernas… quería sacarme el sudor que había obtenido la noche anterior, ya que nuestros cuerpos sudan mientras que dormíamos… según un resiente documental que había visto del cuerpo humano en la televisión.

- Que bien se siente…. –

Me saco la espuma que tenía con lentitud… mientras que el agua seguía corriendo, pensaba dentro de mi mientras que tomaba el shampoo de la repisa… que estaba haciendo Misha en estos momentos, seguramente se estaba muriendo de aburrimiento, ya que como mi casa era algo “nueva” no tenia muchas cosas interesantes para hacer, de la nada escucho un ruido algo extraño del otro lado de la cortina de la bañera, me doy media vuelta para ver que se encontraba detrás de este, seguramente algo se había caído o algo así, al darme la vuelta veo la mano de Misha que me estaba “buscando” al parecer necesitaba algo y al no saber que hacer o decir solo movía su manita de un lado a otro.

- Necesitas algo Misha… estas aburrida ¿?... en 5 minutos salgo e iremos a comprar algo si quieres acompañarme…-

Le comento con una leve sonrisa… al ver que ella no dejaba de mover su mano me acerco un poco mas al final de la cortina para poder verla a ella y escuchar lo que tenia que decir, antes de dar el primer paso escucho una voz algo entre cortada y un poco baja… tratando de prestarle la mayor atención posible, ya que el agua al caer me hacia algo difícil oírla por completo, al terminar de hablar yo me sonrojo un poco… había escuchado bien ¿?... ella quería lavarme la espalda, algo dudoso acepto… aunque no sabia si era lo mas correcto, pero solo me faltaba ese lugar el cual yo no alcanzaba, sin pensarlo mas agarro el jabón nuevamente, estragándoselo en la mano a Misha… me doy vuelta algo apenado acercándome un poco hasta donde estaba su manita, me agacho un poco para que ella estuviera mas cómoda… ya que yo era mas alto seguro le costaría mas tallarme la espalda con el jabón.

- No me importa que me veas… de… de todas formas, no…nosotros estaremos juntos… antes de que pas… pasen 10 días. –

Aunque era muy vergonzoso igual se lo tenia que decir, ya que había aceptado “conservarla” la estimaba mucho y no quería que muriera solo por una noche de cariño y ternura… si solo se trataba de eso no tenia por que rechazarla, si podía conservara su vida, estaba mas que feliz de poder serle de ayuda en algo tan importante. Solo hice silencio después de esas palabras… dejándome llevar por las talladas de Misha, estaba complacido al ver que ella no me tenia miedo ni rencor por las cosas muy hirientes que le había dicho hace un rato atrás.

Sonrió animada cuando aceptó su propuesta. Eso era bueno, significaba que estaba aceptándola. Tomó el jabón cuando se lo alcanzó y se enjabonó las manos, para luego dejar el dichoso jabón a un lado. Posteriormente posó las manos en su espalda y las pasó con suavidad, masajeándola lentamente. La alegraba tanto poder hacer algo útil por él.


Sonrió levemente mientras tarareaba una canción tranquila.

-¿Luego vamos a ir de compras?- Preguntó con calma, ladeando levemente la cabeza hacia un lado. -¿Qué vamos a comprar, Takumi-sama?- Agregó curiosa.

Sin mover ni un solo músculo del cuerpo… me quedo esperando hasta que Misha… me frotara un poco la espalda con el jabón… de un momento a otro puedo sentir como su tibia mano me rozaba lentamente, un escalofrió subía por mi espalda… estaba algo avergonzado, era la primera vez que alguien me daba un “baño”… no me sentía incomodo solo algo raro, era nuevo para mi y aunque estuviera algo apenado me gustaba.

- Gracias… eres muy amable… Misha. –

Le digo ya un poco más calmado que antes, hago un leve suspiro mientras que me incorporo un poco haciendo que la mano de Misha bajara un poco. Tenia que hacerle muchas preguntas… pero aun no sabia por cual empezar, estaba algo atontado aun con todo lo sucedido, pero trataba de conservar la calma ya que no quería que Misha se sintiera insegura o no querida… llevo una mano a mi mentón en forma pensativa… tratando de recordar que tenia que comprar al escuchar la pregunta de Misha… ya no podría remodelar mi hogar como quería pero no me importaba, me sentía contento de estar acompañado por alguien tan buena y amable como lo era esa jovencita mitad demoño.

- Dime… Misha… esa es la única ropa que traes contigo no es así ¿?. -

Algo curioso le pregunto, al verla por primera vez, solo estaba ella sola sin ningún bolso a un lado ni nada de eso, hacia cuanto tiempo llevaba esas ropas ¿?, tenia que averiguar un poco mas sobre su estado, también necesitaría un baño y una buena comida caliente… para que su pancita estuviera con algo de calor, aun con la misma pose de antes me hacia una lista mental hasta que saliera del baño y pudiera escribirlo en algún lado.

- Misha… dime todo lo que necesites, y veré si tengo el dinero suficiente para comprarlo… si no tendremos que esperar hasta la semana que viene, pero no te preocupes… solo serán un par de días… te prometo que nunca te faltara nada, de veras. –

Sonrió animadamente, aunque ella no lo pudiera ver… yo saco mi mano de mi mentón poniéndola a un lado de mi cuerpo, como estaba la otra… al sentir como ella aleja su mano de mi espalda me doy cuenta de que ya había terminado de enjabonarme la espalda… con paso lento me acerco nuevamente a la regadera poniéndome debajo de esta para que el agua sacara el jabón que tenia en mi espalda… así dar por terminado ese cómodo baño, gracias a la ayuda de Misha… a continuación cierro las perrillas del agua haciendo que esta cortara rápidamente… soltando un par de gotas aun… tomo la toalla que estaba colgada del fierro que sostenía la cortina, atándomela en la cintura para que Misha… no viera mis partes nobles.

- Gracias me ayudaste de mucho Misha… -

Le comento mientras que corro la cortina con mi mano… así poder ver lo que era mi baño… miro a Misha y le sonrió amablemente como agradecimiento, llevo una de mis manos hacia su cabecita y la acaricio suavemente… era mi forma de darle las gracias por darme una mano.

-¿Algo que necesite…?- Preguntó con suavidad mientras lo veía. Al terminar se apartó para darle privacidad. –Yo estoy bien. Con usar una remera vieja de mi amo estoy bien.- Dijo animada, orgullosa de su respuesta. –No es necesario que gaste dinero en mi.- Musitó sonrojada, avergonzada por aquello. ¿Quería comprarle ropa o algo que ella necesitase? Era tan amable y atento.

Al verlo salir de la ducha sonrió animada. Le gustaba que la felicitase, que le agradeciera. Saber que le era útil era maravilloso para ella. -Es un placer para mi ayudarle.- Dijo con calma mientras sonreía de buen humor. Escuchó el suave tintineo de los cascabeles que colgaban de su cabello, como producto de la acción que su amo hacía al revolverle el pelo. -¿Qué mas puedo hacer?- Agregó mirándolo mientras alzaba las manos decidida.

Miro a Misha como se hace a un lado lo cual hace que una nueva sonrisa se dibuje en mi rostro… era muy servicial aunque yo no tenia nada que pedirle, era mas no quería pedirle nada… solo la quería tratar como a una amiga, mi primer amiga… ya que nunca había tenido amigos, por mis problemas de la infancia. Quería saber lo que era sentirse querido una vez en la vida y ella era la persona ideal para que ese sentimiento llegara a mí.

- No claro que no… no podría darte de mi ropa vieja, yo quiero comprarte ropa nueva y linda… así puedes usarla y yo me sentiría mejor si tienes ropa nueva. -

Le confieso mientras que voy hacia el espejo que estaba enfrente de la pileta del baño… me miro un poco el rostro, paresia que tenia ojeras por dormir tanto este día… me doy media vuelta, con tranquilidad camino hacia mi habitación… esperando a que Misha me siguiera por detrás, ya que no era necesario que se quedara en el baño, voy hacia el armario, abriéndolo nuevamente, buscando unos jeans nuevos que ponerme y una remera de color negra con algunas inscripciones en blanco, las dejo extendidas en la cama… para luego ir hacia otro cajón particular, los cuales tenían un par de bóxers, tomo uno de color negro con el elástico de arriba en color azul oscuro… lo dejo también en la cama, para luego ir donde estaba Misha, poniéndome enfrente de ella rápidamente pongo ambas manos en sus hombros y le hago que se de vuelta con rapidez.

- Cierra los ojos hasta que yo te diga si ¿?... no mires por ningún motivo. –

Al terminar de decir esto… me doy vuelta yo también dirigiéndome hacia la cama nuevamente. Me saco la toalla dejándola en la cama tirada hasta que me pusiera la ropa, agarro mi bóxer y me lo pongo sin parpadear, a continuación tomo mi pantalón de jeans… poniéndomelo ahora mas lento que antes ya que había cubierto mi zona privada, al terminar de ponerme el pantalón… voy hacia una mesita de luz que tenia al lado de mi cama matrimonial, al abrirlo se ven un par de libros ((manga)) y un desodorante, el cual tomo y empiezo a ponérmelo por todas partes, ya que no tenia perfume, me gustaba mas llevar el desodorante.

- Ya puedes darte vuelta Misha… ya termine –

Digo esto mientras que tomo la remera que estaba en la cama, poniéndomela rápidamente, me acerco a Misha y le acaricio la cabecita nuevamente como “premio”... me había hecho caso como ella había dicho… ahora yo era su amo y haría lo que yo quisiese… me alegraba que ella me aya escogido, al parecer nos íbamos a entender y llevar muy bien entre nosotros.