Algo fresco!

Ikuto habia salido a comprar helado, en un antojo que le habia dado mientras estaba en casa sin nada que hacer. Entro a la heladería, mirando los sabores en el expositor, indeciso.

-Disculpa -dijo la dependienta despues de un rato- ¿Qué desea?

-Ah! Pues... -se llevo una mano a la barbilla, sacudiendo sus orejas sin despegar los ojos del expositor- Un cucurucho de Nata, por favor.

Espero a que se lo sirviera y pagó, llendose a sentar feliz a una de las mesas de la terraza, comenzando a lamerlo.

Llegó a su habitual heladeria pero vió como todas las mesas estaban ocupadas y suspiro
-Que fastidio- Refunfuño pero abrió los ojos como platos cuando se fijó en que todavía quedaba un sitio libre ocupado ya por un muchacho pero aun sobraba otra silla, no le hacía gracia compartir mesa con nadie pero no le quedaba mas remedio, se acercó a la mesa del joven pero no le pregunto siquiera y se sentó soltando leves suspiros.Al poco tiempo llegó una camarera preguntando
-Digame que le pongo señor?- preguntó la chica amablemente y sonriendo
-Una tarrina de leche merengada estará bien- Contestó este sin fijar la mirada en la chica pero si en el joven okami

Desde que aquel tipo se sento en su mesa no aparto la mirada de él, algo enojado por que se hubiera plantado alli sin preguntar siquiera y sin dejar de lamer su helado ni un instante. La camarera le pregunto, pero el otro le clavaba la mirada como él mismo lo hacia, nada mas irse la chica el okami suspiro mirandolo algo altivo.

-Esta ocupado -mintió dando otra lamida a su cucurucho, esperando a ver que hacia.

Siguió clavando la vista en el chico y sonrió de medio labio
-Tu ves que me importe? Ahoa estoi yo y aqui me quedo pequeño...lobito- Insinuó soltando una pequeña risilla cuando la chica ya por fín llegó con su helado este lo recibió de mala manera refunfuñando
-Por que no tarda usted mas em?- Se cachondeó de la pobre chica pagando con ella la furia que sentía al tener a un mocoso tan repelente sentado en frente suya, cojió un poco de helado con la cucharilla, lamiendolo sensualmente ante el chico

Dejo de comer su helado para mirarlo con profundo odio. ¿Pequeño? Él tenia ya 17 años y a aquel mequetrefe no se le veia mucha mas edad. No despego su mirada de él mientras trataba de esa manera a la camarera, solo lo hizo para dirigirle a la misma una mirada de disculpa de su parte, aunque no sabia porqué si apenas acababa de conocer a ese tipo. Justo se giro despues de eso y le vio lamiendo su cucharilla de esa manera.

-Deja de hacer eso, me quitas las ganas de comer -le espeto echando sus orejas hacia atrás con el ceño fruncido.

Rió ante el comentario del chico, se levantó rapidamente y se dirigió hacia el con una cara molesta y le echó lo que quedaba del helado por encima de la cabeza del joven
-Ya esta dejéde hacerlo no?- Le tiró el cartón del helado en la cara y fué hacia el mostrador para pedir otro jugando con su pelo

Se quedo totalmente paralizado con lo que hizo el otro y le vio marchar a por otro helado con la boca abierta. Sacudio la cabeza, para deshacerse al menos de parte del helado, llenando a gente de otras mesas que se habian reido ante la escena. Se levantó corriendo y fue tras Yue con paso firme, nada mas alcanzarlo le estampó su propio helado en la cabeza, llenandolo de nata y dejando el cucurucho ahí pegado como un gorrito.

-Ahí te lo devuelvo -dijo esbozando una sonrisa burlona mientras lamia parte del helado de Yue que resbalaba por sus mejillas.

Se quedó perplejó ante la escena que había montado el joven, era el unicop hasta ahora que le habñia plantado cara, se quitó el cucurucho de su cabeza tirándolo al suelo, se arrebató al pequeño estampándolo contra la vidriera de helados
-Conmigo no jueges...pequeño- Echó una mirada amenazante a la gente que les miraba y todas ellas retrocedieron al notar la fría mirada del muchacho, cojió rapidamente al pet y lo condujo fuera del establecimiento tomando una dirección extraña para el chico.

[vamos a casita tralará~~xD]

Vale, debia reconocer que le asustaba un poco bastante la mirada que le echó el mayor cuando tiro el cucurucho al suelo y se acerco peligrosamente.

-¡Ah! ¡S-sueltame baka! -se quejo cuando lo estampo contra el cristal, mirandolo algo intimidado aun asi.

Cuando se quiso dar cuenta ya lo estaba arrastrando en cotra de su voluntad hacia cualquier parte a pesar de sus quejas e insultos.